Cerebro en forma con estas pautas de prevención del deterioro cognitivo

viernes, 25 de mayo de 2018

La enfermedad de Alzheimer es una patología cerebral degenerativa cuyo síntoma prototípico, aunque no el único, es el trastorno progresivo de memoria. Constituye la principal causa de demencia y de pérdida progresiva de autonomía funcional, motivo por el que los pacientes afectados por la enfermedad requieren de la asistencia continua de un cuidador. Desgraciadamente, en la actualidad no existe ningún tratamiento capaz de prevenir la aparición o de modificar de forma sustancial el curso de la enfermedad.

La edad es el principal factor de riesgo para desarrollar deterioro cognitivo y, eventualmente, enfermedad de Alzheimer. Mientras que a los 65 años se estima que el porcentaje de personas diagnosticadas con Alzheimer es de aproximadamente el 5%, a los 85 años ese porcentaje podría incrementarse hasta el 40%. Recientes investigaciones han puesto de manifiesto que el proceso neurodegenerativo se inicia 20 años antes de que se manifiesten los primeros signos de la enfermedad.

No obstante, la aparición de la enfermedad de Alzheimer no solo es consecuencia de la edad, sino que obedece a una compleja interacción entre diferentes factores de riesgo. Muchos de estos factores pueden ser modificables y, de hecho, hoy en día existe una fuerte evidencia acerca de la reducción del riesgo de demencia a través de la modificación de los hábitos y de los estilos de vida. Todo ello subraya la importancia de fomentar desde edades tempranas la introducción de hábitos saludables en la población general con el fin de reducir la incidencia de la enfermedad de Alzheimer. Con este propósito, especialistas de la Fundación CIEN, han recogido en este folleto informativo una serie de pautas y de recomendaciones, con el objetivo de ayudarle a mantener su cerebro en plena forma y prevenir el deterioro cognitivo.

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